Hoy visité el blog de mi amigo Yoy Spica. Hablaba de un recuerdo que repentinamente volvió a su cabeza, después de haberlo desechado hace mucho tiempo. Yo también tengo recuerdos, pero ninguno ha calado tan profundo como para generar melancolía.
Me llamó la atención que le doliera tanto recordar… Yo también sufro con algunas cosas, pero (sorry Spica, debe haber sido muy heavy) nunca a ese punto.
En ocaciones caigo mal por que, a veces, soy insensible. Por ejemplo: Hoy venía camino al trabajo y me acordé que se acerca el “Día del Amor” ¿Acaso yo amo a mi pareja sólo ese día?; algunos me dicen que es como un aniversario o algo así, pero ¡A MI ME GUSTAN LOS CHOCOLATES DURANTE TODO EL AÑO!, y no es para nada romántico celebrar el amor cuando una fecha (comercial) lo dispone.
Leer lo que escribió Spica me dejó pensando en mi forma de mirar las cosas, suelo ser apática y burlarme de los sentimentalismos de los demás, pero ¿Qué culpa tengo yo que me de risa cuando alguien llora con la película “Lilo y Stich”?
Ja, ja, ja !!! Ya sé por que aún no tengo pololo…
